Coleccionar no es un fin en sí mismo, también es una forma de disponer a voluntad de objetos que se buscan y se guardan hasta que se necesitan. Como en el caso de las velas: se eligen, se guardan ordenadamente en una caja de lata y se encienden cuando quieres olerlas.
Gracias a la versatilidad de la lata es posible envasar una amplia gama de productos, generando ventajas para cada uno de ellos: ya sea por estética, por mejor conservación o por mayor seguridad, la caja de lata satisface todos los gustos.