Los cromos se coleccionan, se tocan, se intercambian, se mezclan: se viven con la mano.
Y cuando se termina de interactuar con ellos, se guardan ordenadamente en su caja de lata, a la vista en la estantería de la habitación, listos para volver a abrirlos y generar más diversión.
Para el sector editorial, ya hemos desarrollado una amplia gama de cajas de lata de diversos tamaños, tanto cuadradas como rectangulares, para guardar cromos, libros o cómics.
La personalización de la tapa con relieve es muy popular en este sentido.