Una lata es un recipiente con tapa hermética que no suele poder volver a cerrarse y que puede estar fabricado con diversos materiales metálicos, como aluminio o hierro estañado. Esta última, también conocida como «lata», fue el primer material utilizado.
Tenemos que remontarnos a finales del siglo XVIII para encontrar el primer uso de la lata como caja para conservar mejor y durante más tiempo los alimentos, principalmente para necesidades militares. A la primera patente del inglés Peter Durand, en 1810, siguieron en las décadas siguientes las primeras industrias de conservas y las primeras fábricas de hojalata. A partir de mediados del siglo XIX, las latas se utilizaron también para otros fines no alimentarios. No fue hasta mediados del siglo XX cuando aparecieron en el mercado las primeras latas de aluminio, que cambiaron nuestra forma de comprar, cocinar y comer.